sábado, 25 de abril de 2009

POEMA SIN PRETENSIONES

Fotografía: marta menoyo

El Poder de los Deseos

Por qué tu aroma me llega y trasciende las montañas

Por qué el color de tus ojos me alcanza allá donde vaya,
tiñendo inmediatamente cuanto capta mi mirada

Por qué tu tacto me abrasa o me eriza de frescor,
envolviéndome la piel tan pronto evoco tu nombre

Por qué tu voz se hace canto robando a todo sonidos,
aprovechando el rumor de las olas, el susurro de los bosques, el silencio del desierto,
instrumentos de un concierto como fondo a tu recuerdo

Por qué tu sabor se mezcla con todos los alimentos


Por qué fundes mi saliva como en la profundidad de un beso


Por qué avivas mis sentidos,
si no eres más que un fantasma nacido de mis instintos,
si sólo existes en sombras, si te creó mi deseo…
si no eres más que la niebla que atraviesa un pensamiento y se desvanece al alba, al despertar de mis sábanas,
camino de la ducha te borra el agua y te lleva
lo real te vuelve incierto

Acaso tengo la duda de si la mente podría
dotar de materia un sueño
o quizás yo soy lo etéreo y sólo existo si me sueña otro deseo
marta menoyo

lunes, 20 de abril de 2009

DONDE RESIDE LA LIBERTAD

Fotografía de Marta Menoyo Urquiza. Serie: Libertad en los Pirineos.
Soy un cúmulo de locuras, un mapamundi mental desconocido, tan rico y maravilloso, como enfermo y delirante. Soy mil mundos en uno, mil paisajes me conforman, multitud de sentimientos me alimentan, infinitas sensaciones me conmueven. Derivo desde el bien hasta el mal, desde la vitalidad a la depresión, desde la confianza al miedo. Soy un abanico de colores lleno de posibilidades cambiantes, soy un océano insondable, soy mortal y eterna a la vez, mortal en lo físico, eterna en el pensamiento que no está sujeto al tiempo, que no está sujeto a magnitudes ni límites, que no puede ser controlado por el sistema, ni por el clima, ni por la luz, que no puede apresarse nunca, que viaja a su antojo por el universo de cada uno y por el de todos. Él nos hace libres e irrepetibles. Él nos hace.
Texto.Marta MenoyoUrquiza

JAILHOUSE ROCK. EL ROCK DE LA CARCEL.ELVIS PRESLEY

viernes, 3 de abril de 2009

CON NOCTURNIDAD Y ALEVOSIA


Se extiende esta noche compacta, tranquila, en el punto justo entre el frío y el calor, es decir de temperatura inapreciable, que debe ser la ideal para el cuerpo y para el alma, pues no se deja notar y te rodea amorosa, dejando espacio para otras sensaciones distintas, para la conversación apacible y la reflexión ligera. Por fin una noche de las que busco adrede para disfrutar huyendo del estrés, saliendo del sistema por unas horas, transgrediendo las buenas costumbres, para parar la rueda enloquecida de la vida cotidiana, proyectada para no dejarnos vivir, para no dejarnos pensar ni detenernos, programada para que seamos títeres, marionetas sin movimiento propio, solo vapuleadas por quienes manipulan los hilos y nos quieren convencer de que los movimientos los elegimos nosotros en nuestra pretendida libertad, en el falso ejercicio de nuestros derechos, en democracia dicen… que falacia, que insulto a la inteligencia…, nada es cierto, solo nos entretienen constantemente para evitar el peligro de que nos paremos por un momento para poder observar la realidad sin interferencias, no les interesa nada que tengamos tiempo para el análisis que arroja irremediablemente el resultado de que todo es mentira. Nos intentan atocinar, con noticias escabrosas, escándalos, cotilleos, partidos de fútbol, bodas reales, infidelidades e intimidades de seres famosos - debe ser por su elevado grado de estupidez-, pues solo los necios pueden tolerar la grave intromisión en su intimidad, lo cual no tiene precio, porque además será ya para siempre. Una sarta de payasos, catetos, ignorantes ilustres, mujeres de plástico, retrasados mentales de buena cuna, calientacamas y amantes descerebrados, celebridades de nada, todos del mundo repugnante del colorín, subidos a un pedestal y arrogantes por el gran honor de salir en la caja tonta o en las revistas del corazón, destinadas a los que sin vida propia, se entretienen con la de los demás, a ver si se les pega algo de su banalidad o exagerada riqueza, que siempre será menos y les dará además muchos quebraderos de cabeza.



Una somera reflexión revela que al Estado no le preocupamos nada de nada. Respecto a nuestra salud, el Estado vende ahora, por ejemplo, la monserga de que el tabaco mata y cuesta dinero a la Seguridad Social, y no lo dudo, pero si dudo de que esa sea la causa más importante de mortandad, sobretodo por la ausencia de estadísticas de otras causas de muerte que demando conocer, a saber: cuántos mueren por la contaminación con cánceres de pulmón sin haber fumado nunca; cuántos se suicidan por el paro; cuántos enloquecen por la falta de solidaridad de gobernantes y familiares, y duran y duran perdidos en el laberinto angustioso de su mente; cuántos mueren por el alcohol, por los accidentes laborales, por los defectos de la carreteras, por los errores médicos, por soledad en su vejez detrás de una puerta a la que nadie llama; cuántos por la pobreza; cuántos indefensos bebés comidos por las ratas en las chabolas; cuántos por ahogamiento en lagos de mierda cerca de montañas de basura; cuántos por la violencia doméstica que favorecen sin duda los programas morbosos de la televisión, que dan ideas a gentes desesperadas e incultas, las cuales se mimetizan con las noticias sangrientas y sensacionalistas de la llamada violencia de género (que asusta por su propio nombre, si se piensa que el género al que se refiere es exclusivamente el femenino, en total discriminación con el masculino, que al parecer ha dejado ya de ser un género), cuya regulación legal, por otro lado, resulta a todas luces inconstitucional y absurda; programas que quieren venderse como medios de denuncia de los problemas sociales, pero que solo alimentan el cotilleo insano, pues para nada sirven, salvo para dar de comer a una panda de impresentables entrevistadores y alimentar el bienestar malsano de los espectadores, al encontrarse éstos mejor, en comparación, con la desgracia ajena; cuántos mueren envenenados por alimentos adulterados e ingesta de animales a los que se ha dado a comer a sus congéneres, en canibalismo tolerado; cuántos por no legalizar de una vez las drogas, para que no se haga negocio con ellas y no se mezclen con yeso y otras lindezas, cuántos por problemas cardiacos que nada tienen que ver con los cigarros, ni con los kilos de más, sino con la tristeza, el desamor, la angustia o las traiciones; cuántos enferman de lo que sea al perder sus ahorros, esos que les impidieron disfrutar sus mejores años y les añadieron el miedo a su pérdida, ahora confirmada….

Al Estado tampoco le importa la Justicia, miento, le interesa para aplicarla a los pobres, los ricos parecen sometidos a otros códigos y nunca les pasa nada, nada demasiado importante salvo a alguno, elegido como chivo expiatorio para que no se inquiete del todo el pueblo llano, que disfruta ampliamente y casi en exclusiva de las prisiones, las multas pagadas puntualmente, los desahucios por falta de pago …

Al Estado le resbala el bien común, los partidos son solo cúmulos de intereses económicos dedicados a enriquecerse o beneficiarse sin fin, a autoasegurar el futuro se sus miembros más buitres, no vaya nadie a creer que van a representar otros intereses, jamás los de los votantes, a los que se ha reducido a creer que metiendo un papel en una urna participan de las decisiones en una democracia que no es tal, es una partitocracia desvergonzada y sin remedio, en la que en realidad no tienen ni voz ni voto, siendo indiferente el signo de cada grupo, pues no se diferencian gran cosa la derecha y la izquierda, el centro y la iglesia. Esta última -y me refiero a la cúpula y a quienes representan el poder del "Estado Vaticano"-, merece un capítulo aparte, la hipocresía sin parangón, la tomadura de pelo máxima, vomitiva, descarada, la organización del abuso por excelencia desde los orígenes de su sangrienta historia, colmo de la desconsideración, del egoísmo aberrante, de la falta de resonancia real por los problemas del mundo, problemas a los que ponen parches para tapar el negocio del siglo, de los siglos y por los siglos de los siglos, y no me refiero ni a los fieles inocentes, ni a los misioneros que ayudan en lugares perdidos de los mapas y a los que se puede perdonar la puerilidad de creer que están ganando almas para su causa, almas que seguirán sus tradiciones ancestrales en secreto, pero que rezarán para sobrevivir o para sin saberlo, sucumbir al mini consumismo absurdo e incipiente en sus territorios, que acabará con todas las ventajas que sin saber disfrutan, a las que querrían acceder muchos habitantes de países desarrollados, cambiando su aburrida comodidad, su inútil existencia y su trabajo sin sentido, por una vida libre, en contacto con la naturaleza, donde el oro no estuviera representado por el dinero, sino por el tiempo, para disfrutar de la estancia en la tierra antes de sentir que la vejez o la muerte se acercan, y comprender que alguien les ha estafado la única vida conocida y les ha vendido un paraíso del que no existe evidencia alguna, ah!! dogma de fe; que cretinos los que han engañado a los ingenuos, abusando de su miedo o su incultura, queriendo así mantenerlos sin nada pero contentos, predicando sin piedad que ya lo disfrutarán cuando mueran, en la vida eterna, mientras los que así los manipulan, lo disfrutan aquí por si acaso, o no por si acaso, sino a sabiendas de que así tendrán más para ellos y no se levantarán los parias del planeta a reclamar su parte del pastel aquí y ahora. ¿Es que no ven sus acólitos que quienes así hablan no predican con el ejemplo?. O son tontos o demasiado listos, no existe otra explicación, o estaban en el baño cuando se repartió la inteligencia o son fariseos interpretando un papel para obtener alguna ventaja, terrenal por supuesto, véase el Opus Dei y su opulencia. Que pena me da todo, que asco…

Y que decir de los que intentan apoderarse ya no del alma sino del cuerpo de las mujeres, disponiendo que hacer con lo que crece en su vientre como si de sus propias tripas se tratase, es increíble, hasta quieren gobernar en las entrañas femeninas, coartar una libertad básica, sustituir la decisión de mujeres libres sobre su propio destino y sobre su anatomía. Y, no es que yo esté a favor del aborto o en su contra, estoy a favor de que la madre decida y de que tenga apoyo en uno u otro caso, pues cierto es que en general la decisión es dura y estoy segura que ninguna mujer desea en el fondo perder la vida incipiente que se desarrolla en ella, que la llena de ilusión y de motivos para vivir, si no es porque su generosidad decide eliminar su deseo egoísta de traer al mundo un hijo al que no tiene nada que ofrecer, o al que por falta de madurez sabe ya que le espera el descuido o el abandono. ¿Cómo se atreve nadie a regular esta cuestión patentemente personal? Me parece aberrante siquiera el debate sobre ella, ¿como puede el Estado obligar a una mujer -como si de una esclava se tratase-, a tener durante 9 meses dentro a un ser y a parirlo con dolor si ella no lo desea?? Me parece horrible soportar en las entrañas un ser no deseado, odiar lo que crece en el propio cuerpo, con la propia sangre, día y noche, minuto a minuto, conviviendo con el enemigo en el que se convierte el nuevo ser por el mero hecho de ser impuesto, por ser ajeno a la voluntad de quien lo tiene creciendo en su seno, dentro de su barriga, como si de un bote se tratase, con producto envasado al vacío, al vacío, nunca mejor dicho... A mí, una obligación de tal naturaleza me llenaría de rabia y sin duda me revelaría contra la humanidad en general, no le arriendo las ganancias a quien fuerce así a una mujer… la convertirá en una destructora de por vida, resentida e incapaz luego de una maternidad normal, no alcanzo a comprender esta intromisión en la esfera interna…

Y de postre a todas estas reflexiones la pretendida crisis económica, que no significa que no haya dinero, sino que los que lo tienen, desconfiando unos de los otros, piratas contra piratas, han decidido guardarlo, total, a ellos sólo les representa dejar, quizás, de obtener beneficios; dejar de entretenerse en negocios para amasar fortunas, y mientras la tormenta pasa, son los únicos que para más “INRI”, pueden comprar ahora a precio de saldo pisos, coches, muebles, ropa y además viajar por dos pesetas, huy! pesetas, ojalá existiera la peseta y nunca hubiera llegado el odioso euro , para subir más del 60% muchos bienes básicos o de consumo diario, eso sí sin que se aumentase en consonancia el salario, y aburrirnos al viajar sin cambiar de moneda, para sentirnos estúpidamente europeos -aunque muchos de ellos nos miren por encima del hombro-, y habernos convertido en un país de servicios, desde mi punto de vista en un país sin recursos propios para la supervivencia, eliminando los recursos naturales que daba nuestra tierra, o minimizándolos y destinando de los escasos productos que nos quedan, los mejores, a la exportación, de modo que aquí ya no se come una naranja que sepa y huela a naranja, para que sepa a algo hay que irse de viaje.

Menos mal que a este bellísimo país que es España, le queda la luz y la alegría, el humor y la capacidad de los españoles de reírnos de nosotros mismos, el orgullo, y el don de hacer milagros para seguir llenando las terrazas, aun cuando no se pueda pagar la factura de la luz, y los bares aunque nos corten el teléfono, y es que somos como somos, optimistas y vividores pese a que nos imponen el Estado del Malestar, y mientras nos queden las calles nos quedará vida, y siempre ganas de divertirnos cómo sea y pese a quien pese, y si alguien nos critica por ello, sin duda será envidia o ignorancia, pues nuestro modo de ser entraña mucha sabiduría, una especial tolerancia, un valor y una dureza extraordinarias, y mucha inteligencia, pues ella se mide por la adaptación al medio, y de eso sabemos mucho y estamos bien curtidos los de la piel de toro. ¡A vivir que son dos días!!!!!